Los consumidores de todo el mundo han comenzado a adoptar la tendencia de comprar alimentos que cuentan con el reclamo de ser "locales" o "de proximidad". Quieren saber el origen de lo que comen, de dónde provienen sus alimentos, cómo se elaboraron y quién los hizo. Pero además, los productos de proximidad generalmente se perciben como de mayor calidad, más sostenibles y con un sabor superior a las alternativas de producción "en masa".
El caso es que todos estos factores son cada vez más importantes para un consumidor que incluso está dispuesto a pagar un poco más si con ello puede ayudar a crear empleos, promover la economía de zonas rurales, ayudar a la conservación de las tradiciones locales o proteger el medioambiente.
¿Quiere saber todo lo que hay detrás de esta tendencia de consumo? Se lo explicamos a continuación. ¿Por qué están de moda los productos de proximidad o locales?
Los productos de proximidad se podrían definir como aquellos que son cultivados, producidos o elaborados en zonas cercanas a dónde van a ser adquiridos por el comprador.
En realidad, la tendencia de los alimentos o productos locales existe desde hace muchos años, como lo demuestran los clásicos mercados de agricultores. Pero, ¿que hay detrás de este movimiento que parece haber cobrado un nuevo impulso? A continuación exponemos las 5 razones principales por las que los consumidores buscan productos de proximidad: 1. El rechazo a la globalización: Si bien hay muchos factores motivadores detrás de esta tendencia, la demanda de productos locales últimamente está siendo impulsada por un aumento de "sentimientos antiglobalización" entre los consumidores. Este deseo de alimentos más cercanos puede estar estrechamente vinculada a la creencia del consumidor de que la globalización ha tenido un impacto negativo en la cultura y tradiciones del territorio al que pertenece.
La globalización ha beneficiado significativamente a las empresas como resultado del libre comercio que ha favorecido el abaratamiento de productos y materias primas. Sin embargo, aunque este es un cambio bienvenido para algunos, para otros tiene inconvenientes importantes.
Las cadenas de suministro largas y opacas, la pérdida de empleos nacionales o la posible explotación laboral de los trabajadores en otros países, son algunas de las razones que han contribuido a generar estos sentimientos antiglobalización.
2. La preocupación por el medioambiente:
Los problemas ambientales son inherentes a los canales de distribución globalizados. Es un hecho que la distancia que recorren los alimentos hasta llegar al consumidor tiene un impacto ambiental que será tanto mayor cuanto mayor sea esta distancia. Y es probable que esto choque frontalmente con los valores de algunos consumidores que buscan activamente reducir el impacto ambiental a través de una compra ecológica y sostenible. No podemos olvidar que las personas a menudo se guían por motivaciones éticas al elegir los alimentos que compran. Buscan productos de calidad a un precio asequible, pero también quieren que estos productos vengan de empresas con valores como el respeto al medioambiente. 3. La frescura y el sabor: La frescura y el sabor de los alimentos son dos factores determinantes de la calidad percibida por el consumidor. Y aquí, como valenciana, no puedo dejar de poner el ejemplo de las naranjas. Y es que no tiene nada que ver el sabor de una naranja recién recolectada de un huerto cercano con el de una naranja que ha pasado por cámaras frigoríficas y que ha sido recogida antes de que finalice su proceso de maduración. ¿Y qué me dice de los tomates que saben a tomates de verdad? Disfrutar de un tomate recién arrancado de la mata es una experiencia que difícilmente se puede explicar con palabras. Sutilmente dulce, acidez correcta, firme pero con una carne jugosa... Desafortunadamente, muchas personas nunca han conocido estos sabores auténticos. Si embargo, la nostalgia de aquellos que antaño disfrutaron de su frescura y sabor, especialmente los más mayores, está llevando a afianzar la tendencia de los productos de proximidad. 4. El apoyo a las economías locales y los pequeños productores: Desde el punto de vista económico, comprar productos de proximidad implica apoyar el desarrollo de la economía del territorio en cuestión. Permite a los pequeños productores o empresas locales obtener mejores márgenes de beneficios (manteniendo así sus negocios viables) y favorece también que se puedan crear nuevos puestos de trabajo; algo que es tenido en cuenta por gran parte de la población, especialmente después del periodo tan importante de crisis que hemos vivido. Apoyar a los agricultores, ganaderos o pequeños productores locales ayuda a mantenerlos en el negocio, lo que a su vez mantiene el campo y el patrimonio cultural y gastronómico de sus poblaciones. Según la encuesta mundial de consumidores GlobalData, el 70% de los consumidores asocia productos locales o de proximidad con productos más frescos y el 62% cree que dichos productos benefician a la economía local.
5. La transparencia:
Como hemos visto hasta ahora, son varias son las razones que hay detrás de esta tendencia, pero quizás la más destacada por los compradores es el nivel de transparencia que se puede lograr mediante el uso de una cadena de suministro más corta. ¡Los consumidores quieren saber lo que están comprando! A los ojos de los compradores, la capacidad de rastrear un artículo desde su origen hasta la estantería del supermercado puede mejorar la confianza en la marca y el producto, lo que a su vez puede influir en las decisiones de compra futuras. Actualmente, es bastante común que las empresas alimentarias compren ingredientes de proveedores más baratos en países remotos, lo que ha resultado en cadenas de suministro más largas y una sensación de desconexión entre el consumidor y los alimentos. El resultado de todo esto es simple: Un número creciente de consumidores se están alejando activamente de los alimentos producidos en masa que han viajado cientos de kilómetros.
*¿Quiere saber más sobre las tendencias alimentarias? Pinche aquí y descubra mucho más.
El valor de la "proximidad" para las marcas
Los alimentos de proximidad parecen estar en todas partes: aparecen destacados en los supermercados, en los menús de restaurantes o de comedores escolares, en los mercados ambulantes, etc.
La cosa ha pasado de de ser un movimiento o una moda pasajera propia de gente un poco excéntrica, a convertirse en una tendencia general bien establecida. Existen múltiples beneficios que los consumidores asocian con los productos de proximidad y las marcas de alimentos tienen ahora la posibilidad de beneficiarse de esta tendencia en auge para diferenciarse de su competencia y no competir por precio, sino por "valor". Además, hoy en día que tanto se habla de la responsabilidad social corporativa, la utilización de ingredientes locales en la elaboración de productos industriales puede favorecer la imagen de los fabricantes, que serán percibidos como socialmente comprometidos si siguen algunos consejos básicos como los siguientes:
La producción en masa y las largas cadenas de suministro han sido necesarias para hacer llegar los alimentos con precios asequibles a toda la población en todos los lugares. Sin embargo, esto ha tenido un coste a pagar (fundamentalmente a costa del sabor y el impacto ambiental) y el consumidor es consciente de ello. De ahí, la demanda creciente de productos locales.
Definitivamente, apostar por la tendencia de los productos de proximidad puede convertirse en una ventaja competitiva para las marcas. Pero sobre todo, lo que debemos destacar es que esta apuesta, ¡redunda en beneficio de todos! NOTA: Si le ha gustado este artículo, puede ayudarnos a difundirlo compartiéndolo en sus redes sociales. ¡Gracias! |
SI LE GUSTA, ¡COMPÁRTALO!
Nos ayudaría mucho si comparte nuestros artículos.
¡Mil gracias por adelantado! |