La ciencia y la tecnología han puesto el mundo entero a nuestro alcance y han hecho de la comodidad un derecho en lugar de un privilegio. La falta de tiempo, los hogares con menos miembros y la evolución de la sociedad, en general, tienen su reflejo en el consumo de alimentos. Hoy en día las personas buscamos alimentos y bebidas fáciles de preparar y consumir que se adapten a nuestros ocupados estilos de vida. Son los llamados "productos de conveniencia". Aunque los productos de conveniencia no son necesariamente los más baratos del mercado, los compradores sienten que vale la pena pagar un poco más por el beneficio de la comodidad. Sin embargo, no están dispuestos a sacrificar ni la calidad ni la salud. En los últimos años las ventas de alimentos de conveniencia saludables se han disparado. ¿Quiere saber más sobre esta tendencia de consumo que parece imparable? Siga leyendo... ¿Qué son los productos de conveniencia? Aspectos básicos
La "conveniencia" no es un concepto nuevo, pero su percepción y su demanda por parte de los consumidores han ido evolucionado con el tiempo.
La búsqueda de la comodidad asociada a los alimentos ha sido un tema central desde hace décadas (la invención del microondas en 1946 da buena prueba de ello). Sin embargo, el valor de la comodidad se ha vuelto más importante, si cabe, a lo largo del tiempo. En la década de los 60, la comida se preparaba y se consumía en los hogares. En la actualidad la industria alimentaria es capaz de proporcionarnos alimentos donde gran parte del trabajo de preparación se ha realizado en sus instalaciones. Este desarrollo ha sido facilitado por las innovaciones en los métodos de conservación, el envasado o los aditivos. Hoy en día los productos de conveniencia son probablemente utilizados en todos los hogares de España y de los países desarrollados, impulsados por factores como el estilo de vida ocupado o el envejecimiento de la población. Los alimentos de conveniencia incluyen una amplia gama de productos que han sido preparados total o parcialmente por los fabricantes y que requieren una preparación adicional mínima (o ninguna) por parte del consumidor.
En realidad, los productos de conveniencia abarcan todos los productos excepto los frescos (carne, pescados, huevos, leche...) y los mínimamente procesados que se utilizan como ingredientes (harina, azúcar, mantequilla o especias). Incluye platos preparados para calentar al microondas, snacks, latas, productos refrigerados o congelados que requieren una preparación mínima, etc. (Leer más...)
La falta de tiempo y el esfuerzo necesario para preparar las comidas desde cero son el motivo principal que impulsa el crecimiento de los alimentos de conveniencia. Pero, ¿qué otros factores están vinculados a este aumento? Los investigadores han señalado varios de ellos:
Los productos de conveniencia nos ofrecen algo fantástico: reducen las tareas de planificación y preparación de comidas, disminuyen el desperdicio alimentario y evitan tareas de limpieza. En definitiva, menos tiempo dedicado a la cocina y del que podemos disponer para hacer lo que más nos guste. ¿Quién no lo quiere?
8 de cada 10 europeos consideran que los productos de conveniencia son una buena opción cuando están demasiado ocupados para cocinar desde cero. ¿En qué se fijan los consumidores cuando compran productos de conveniencia?
A la hora de escoger un producto de conveniencia los consumidores valoran atributos como la facilidad de uso, el valor nutricional, el atractivo o la innovación del producto.
Las demandas de los consumidores han ido impulsado el cambio del concepto de conveniencia en la industria alimentaria. Como resultado se ha generado una enorme competencia en innovación, funcionalidad y valor añadido. Más de dos tercios (67%) de los productos de comida preparada lanzados en 2015 tenían una reclamación relacionada con la conveniencia.
Los compradores cada día son más exigentes y tienen una fuerte expectativa de frescura y calidad (los alimentos de conveniencia no son una excepción). Por eso piden no tener que renunciar a la calidad para ganar en comodidad.
Atrás quedaron los días en que la conveniencia era sinónimo de comida para microondas. Actualmente los alimentos de conveniencia ha ido mucho más allá y se han elevado incluso a la categoría de productos "premium" gracias al valor añadido que pueden aportarnos.
A medida que los alimentos de conveniencia se han vuelto más frecuentes y abundantes, cada vez es más difícil distinguirlos de los alimentos "normales". De conveniencia pero saludable
Los consumidores aman la comodidad. Pero la búsqueda de conveniencia en los alimentos hace que a menudo opten por productos que no son saludables.
En un mundo ideal, todos tendríamos tiempo para preparar 3 comidas saludables al día los 365 días del año. Pero la realidad es otra bien distinta. Nuestras vidas cada vez son más frenéticas y por eso necesitamos productos de conveniencia que sean saludables. Pero hay que reconocer que muchos de los productos de conveniencia que encontramos en el mercado son alimentos ultraprocesados que contienen cantidades no recomendables de sal, azúcares o grasas. De todos es conocido que los productos ultraprocesados se asocian con un riesgo mayor de padecer enfermedades como la diabetes o la obesidad. A pesar de ello, muchos consumidores no tienen tiempo para cocinar una comida completa de principio a fin y comprarán algo de conveniencia incluso si no es saludable. Por suerte esto esta cambiando poco a poco. Cada día el consumidor está más formado y realiza sus elecciones de manera más responsable. Sus necesidades ahora van mucho más allá del ahorro de tiempo. La calidad, la alimentación saludable o ciertos requisitos dietéticos son algunos de los atributos que exigen los compradores actuales.
A medida que más consumidores se han interesado en comer sano, los productos y servicios enfocados en la conveniencia se han apuntado a esta tendencia. Así es como entró en escena la IV Gama cuando en 1989 se introdujeron en España las primeras mezclas de ensaladas prelavadas y tiempo más tarde la fruta pelada y cortada.
La industria alimentaria está centrando sus esfuerzos en encontrar formas de alinear mejor los productos de conveniencia con las tendencias de salud. A veces eso significa usar ingredientes más saludables o eliminar aquellos que son desaconsejables. Siguiendo esta línea los fabricantes están tratando de reducir el contenido en grasa, sal o azúcar de muchos de sus productos. Pero en otras ocasiones la oportunidad se encuentra en tomar categorías de alimentos tradicionalmente saludables como frutas y verduras y reposicionarlos en el mercado utilizando nuevas formas de envasado o de comercialización. El cambio es un proceso lento, pero lo que está claro es que los consumidores continuarán exigiendo a la industria alternativas más saludables. ¡No hay vuelta atrás! La conexión con la comida
Sentirse conectado con la creación de una comida sigue siendo importante para muchos consumidores. Algunas personas pueden incluso sentirse culpables cuando no cocinan para su familia y esto puede crear una barrera psicológica entre ellos y los productos de conveniencia.
En la década de los 50, la compañía General Mills se vio forzada a reformular sus mezclas en polvo para repostería. ¿El motivo? El rechazo del producto por parte de un público que lo percibía como una especie de "fraude" al no precisar de más elaboración que agregar agua y meterlo en el horno. La empresa cambió entonces la formulación para que se tuviera que añadir un huevo a los ingredientes en polvo y así consiguieron superar la reticencia del consumidor. El hecho es que muchos consumidores todavía disfrutan cocinando pero buscan productos que les faciliten en alguna medida la elaboración de sus comidas. Los alimentos que han sido preparados o cocinados parcialmente pueden ser interesantes para un grupo de personas que buscan mantener el control y la conexión con la cocina pero con un poco de ayuda. El papel del envasado en los alimentos de conveniencia
La conveniencia en alimentos y bebidas va unida en muchas ocasiones al envasado. Las innovaciones a nivel del packaging han conseguido ampliar las opciones disponibles en el mercado de productos de conveniencia y se han convertido en un componente clave para la satisfacción del consumidor.
No se trata solo de apariencia. Preservar la integridad de los ingredientes, extender la frescura y la vida útil del producto y garantizar la seguridad alimentaria son beneficios clave que no se pueden olvidar nunca. Pero además, los consumidores están exigiendo variedad, no sólo en los productos, sino también en los formatos, para poder expresar sus preferencias personales. Las características de conveniencia como por ejemplo, la apertura fácil, el resellado, la portabilidad o el uso con una sola mano, continúan impulsando la innovación en el envasado de alimentos. Por otro lado, los consumidores cada vez más preocupados por su salud y su peso demandan tamaños de envase más pequeños y que además puedan llevar donde quieran. Además, hoy en día muchos de los hogares están formados por 1 o 2 personas por lo que el tamaño "familiar" ya no es la norma general. Los formatos más pequeños o individuales permiten a los consumidores tener más control sobre el tamaño de las porciones y les da libertad para poder elegir entre diferentes opciones sin tener que comprometerse con una gran cantidad de producto.
Si hay un sector de la población que valora la comodidad por encima de todo son los jóvenes que viven solos. Los "singles" consideran que "la facilidad y la simplicidad" son las prioridades más importantes a la hora de preparar y de consumir los alimentos.
La mayor disposición de los jóvenes a experimentar hace que las empresas tengan una buena oportunidad de negocio entre la población de 18 a 35 años si desarrollan formatos de envase innovadores de mayor comodidad. En definitiva, el packaging alimentario nos va a ayudar a ofrecer al público más comodidad, mayor control de las porciones y más variedad para satisfacer los gustos personales. Conclusiones
Los productos de conveniencia aumentan, mientras que la comida casera disminuye. Esa es la realidad.
En nuestra sociedad actual todo el mundo parece tener muy poco de dos cosas: tiempo y dinero. Los consumidores sopesan estos dos factores cuando se trata de comprar alimentos y aunque los tiempos son difíciles, a menudo optan por la conveniencia a un precio más alto para artículos específicos. La demanda de productos de conveniencia es imparable, por eso la comodidad parece estar en la mente de todos los productores de alimentos en estos días. Pero para que los fabricantes realmente continúen creciendo en este espacio deben poner el enfoque en la salud y en la transparencia. No en vano, la conveniencia viene de la mano de otra tendencia asociada a estos dos valores como es el Clean Label. (Leer más...) En muchos mercados, los consumidores se han movido más allá de la comodidad y demandan opciones más saludables, éticas y premium.
Por lo general, los alimentos de conveniencia tienen un componente de valor agregado que refleja el tiempo y el esfuerzo que en su día se utilizaba en la preparación de las comidas en los hogares y que ahora nos ahorra la industria alimentaria.
Una cosa está clara: los consumidores ya nunca volverán a vivir sin productos de conveniencia. Por eso, lo más importante para las marcas de alimentos es garantizarles que no necesitan sacrificar la calidad, la salud o la conexión con la comida a cambio de comodidad. Solo de este modo conseguirán atraer nuevos clientes y aumentar la fidelidad de los existentes. ¿Quiere sobresalir en el mercado con sus productos de conveniencia? En Global Alimentaria le ofrecemos el apoyo que necesita. Consúltenos sin compromiso. También le puede interesar leer: Qué es el famoso blockchain y cómo beneficia a la industria alimentaria Productos de proximidad: ¿qué hay detrás de esta tendencia en auge? NOTA: ¿Le gustó este artículo? Si es así, ayúdenos a difundirlo a través de sus redes sociales. ¡Gracias por su colaboración! |
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