Hoy en día el hecho de que los consumidores perciban un producto como natural es un incentivo de compra decisivo. ¡Definitivamente, lo natural está de moda! Pero se da la circunstancia de que "natural" es un término ambiguo y que no se encuentra regulado (salvo en algunas categorías concretas de alimentos), lo que permite que consumidores e industria lo definan de múltiples maneras. De ahí que el concepto de naturalidad sea vago, poco claro y, a veces, incluso engañoso para los consumidores. No obstante, la naturalidad percibida es un factor determinante para la aceptación de los alimentos y las tecnologías alimentarias. Pero, ¿qué entienden los consumidores por naturalidad y en qué medida es importante para ellos? Sobre éstas y otras cuestiones reflexionamos a continuación. ¡Siga leyendo! El elemento objetivo
Según la Real Academia de la Lengua Española, "natural" se dice de aquello "Que está tal como se halla en la naturaleza, o que no tiene mezcla o elaboración"
Si preguntáramos a un especialista en alimentos qué es un alimento natural probablemente nos contestaría que son aquellos de origen vegetal (verduras, legominosas, frutas, semillas...) o de origen animal (pescados, carne, mariscos, huevo, leche...) que no están procesados y no contienen sustancias añadidas a nivel industrial como azúcar, sal, grasas, edulcorantes o aditivos.
En algunas ocasiones estos alimentos naturales han sido alterados, fundamentalmente para mejorar su conveniencia, mediante operaciones o procesos "mínimos" (lavado, pelado, secado, rebanado, etc.) que no cambian significativamente su naturaleza o su uso. Son alimentos mínimamente procesados.
Sin embargo, en la sociedad actual cada vez más industrializada no es de extrañar que un gran número de alimentos sean, en realidad, alimentos procesados o ultraprocesados. Lo que ya es un poco más extraño y provoca cierto desconcierto es que muchos de ellos utilicen en sus etiquetados el reclamo "natural" ¿Pueden los alimentos procesados o ultraprocesados considerarse de alguna manera "naturales" y aplicar esta mención en sus etiquetados sin caer en el engaño? La cuestión no es baladí y en 2016 la FDA, preguntada por el tema, manifestó lo siguiente: "Desde la perspectiva de la ciencia de los alimentos, es difícil definir un producto alimenticio que sea natural porque probablemente se haya procesado de alguna manera y ya no sea el producto de la tierra. Dicho esto, la FDA no ha desarrollado una definición para el uso en los alimentos del término natural o sus derivados. Sin embargo, la agencia no se ha opuesto al uso del término si el alimento no contiene colorantes añadidos, aromas artificiales o sustancias sintéticas ". En la Unión Europea, sin embargo, no contamos con ningún pronunciamiento de los agentes reguladores respecto al uso general de este vocablo, al menos de momento. Así que el uso indiscriminado de esta mención por parte de la industria sigue siendo una tentación muy fuerte. Pero incluso con un interés tan alto en los productos e ingredientes naturales, el uso excesivo del término "natural" y su falta de concreción han terminado provocando el escepticismo en los compradores. La mayoría de los consumidores son conscientes de que este término no está vinculado a una definición objetiva y mensurable. Pasado y presente
El caso es que la importancia relativa de la naturalidad de los alimentos no siempre ha sido la misma. De hecho, ha variado según las culturas, los países y la historia.
La introducción en los años 50 de alimentos procesados en los países desarrollados respondió en primer lugar al objetivo de minimizar los riesgos naturales asociados a los alimentos (Salmonella, Clostridium, etc.) El procesamiento de los alimentos consiguió aumentar no sólo la seguridad alimentaria sino también su vida útil y el acceso de la población a muchos de ellos. Como era de esperar, los consumidores en ese momento mostraron una fuerte preferencia por los alimentos procesados. Pero mucho han cambiado las cosas desde entonces y hoy en día no es ninguna sorpresa el hecho de que la mayoría de las personas manifiesten su preferencia por los alimentos naturales.
Desde la perspectiva de la ciencia, la naturalidad ciertamente no significa que un alimento sea más saludable, más sabroso o con menos riesgo. Sin embargo, no es así como la mayoría de los consumidores perciben la naturalidad.
Los consumidores ven la naturalidad como un atributo positivo del producto. Los resultados de la encuesta de salud y bienestar global de Nielsen (2015), realizada a 30.000 consumidores de 60 países revelan que los atributos alimentarios más deseables son la frescura, la naturalidad y el procesamiento mínimo. ¿Qué entiende el consumidor por natural?
Para explorar más a fondo esta tendencia alimentaria e intentar descubrir qué es lo que atrae a los consumidores de los productos naturales se han llevado a cabo numerosos estudios.
Una encuesta publicada por la revista Consumer Reports revela que para la mayoría de los estadounidenses, la palabra "natural" en el etiquetado de un alimento procesado significa que éste no contiene ingredientes artificiales, productos químicos, pesticidas ni organismos modificados genéticamente. A nivel internacional el estudio llevado a cabo por Euromonitor, en el que se preguntaba a los consumidores qué era para ellos un producto natural, mostró que los consumidores asociaban el concepto "natural" con las siguientes características o atributos:
Parece ser que "sin ingredientes artificiales", "sin aditivos" y "saludable" son las tres asociaciones más frecuentes en la mente del consumidor al leer la palabra "natural". Pero no olvidemos que ninguno de esos atributos es necesariamente verdadero debido, como ya todos sabemos, a la falta de regulación.
La cuestión es que si los analizamos, estos atributos se pueden clasificar en 3 categorías:
Finalmente, si atendemos a cómo valora o sopesa el consumidor la naturalidad, vemos que los resultados de las investigaciones sugieren que los juicios sobre la naturalidad de un producto están más influenciados por cómo se procesó el alimento que por su composición.
Los procesos químicos parece que tienen un impacto más negativo en la percepción de la naturalidad que los procesos físicos. En este sentido, muchos expertos están de acuerdo en que la modificación química impide calificar un proceso como natural, mientras que la modificación física se considera aceptable. La calve para ofrecer un producto que cumpla con las expectativas del consumidor es asegurarse de que todos sus ingredientes sean naturales (de origen vegetal o animal) y que su procesamiento esté basado en procesos físicos aceptables. ¿Por qué los consumidores prefieren los productos naturales?
Una posible explicación de la preferencia por los productos naturales es que éstos se aprecian como más saludables.
Para un gran número de consumidores existe una conexión muy cercana entre "natural" y "saludable"
Sin embargo, hay un hecho curioso, y es que, incluso si los alimentos naturales y artificiales se consideran igual de saludables, todavía se puede observar una fuerte preferencia por la naturalidad. Este resultado lo que sugiere es que la naturalidad en sí misma se percibe como un atributo deseable.
Una cosa parece clara: los consumidores no solo prestan atención al listado de ingredientes a la hora de valorar la naturalidad. Están interesados y preocupados por todos los aspectos de la producción de los alimentos que consumen, incluidos el bienestar animal y la sostenibilidad. De ahí la exigencia cada día mayor a los fabricantes de alimentos de transparencia en todas sus operaciones. ¿De qué depende la importancia que se da a la naturalidad?
De manera casi inevitable, cuando tratamos de analizar el significado de "natural" aparece asociada la siguiente pregunta: ¿la importancia que el consumidor da a la naturalidad depende de sus características individuales?
Al estudiar el posible impacto de diversas características personales sobre la importancia de la naturalidad, la edad fue el factor que demostró ser más influyente. El interés por las características relacionadas con los productos naturales está más extendido entre los grupos de consumidores de más edad, lo que se traduce en que la tendencia de consumo de los alimentos naturales aumenta con la edad. Sin embargo, a pesar de que el interés es menor entre los consumidores más jóvenes, las creencias acerca de los productos naturales no varían drásticamente con la edad: los consumidores en todos los grupos de edad parecen estar más o menos de acuerdo en la definición de "natural". Quizás el apego hacia lo natural crezca a medida que los consumidores jóvenes envejecen debido a que se vuelven más conscientes de los productos que compran para ellos y para su familia. De hecho, la paternidad puede ser un fuerte impulsor del interés por lo natural: El 51% de los consumidores que son padres buscan alimentos frescos naturales, en comparación con el 43% de los que no lo son. Implicaciones prácticas para la industria alimentaria
La importancia de la naturalidad para los consumidores tiene implicaciones clave para la industria alimentaria. Puede tener consecuencias no solo para el desarrollo y la comercialización de productos, sino también para el desarrollo de tecnologías alimentarias innovadoras.
Si pensamos, por ejemplo, en una innovación como la carne de laboratorio, no es difícil intuir que el gran obstáculo para su aceptación y su introducción en el mercado, no va a ser otro que la falta de naturalidad. Los productos alimenticios que no se perciben como naturales pueden ser rechazados por un sector muy importante de la población. Por lo tanto, la industria alimentaria necesita desarrollar, sí o sí, alimentos que evoquen los pensamientos positivos ligados a la naturalidad. Aún así, los consumidores a menudo tienen intereses en conflicto y a pesar de que quieren comer alimentos sanos y naturales, el ritmo de vida les impulsa a buscar productos "cómodos". Esto plantea un verdadero reto para la industria alimentaria que debe aprender a combinar ingredientes, procesos, envasado y comercialización, de manera que todo el conjunto cumpla con las expectativas del consumidor. Nos guste o no, las percepciones que son relevantes para el éxito de nuestros productos no son las de los expertos, tecnólogos o nutricionistas, sino las de los consumidores.
Por otro lado, cada día más, los consumidores se fijan en el listado de ingredientes de forma rutinaria para asegurarse de que no hay nada que estén tratando de evitar.
Sin duda, una de las cuestiones más importantes para el consumidor a la hora de catalogar un producto como natural es si tiene aditivos alimentarios entre sus ingredientes. El comprador actual prefiere los productos sin aditivos, pero cuando su presencia es inevitable está más dispuesto a aceptar los de origen natural antes que los sintéticos. Pero reemplazar o eliminar los aditivos alimentarios sintéticos puede afectar al precio o la vida útil de los productos. Por eso, para las empresas siempre es necesaria una investigación previa que concrete en qué medida su público objetivo está dispuesto a pagar más o a sacrificar la vida útil de sus productos por una mayor naturalidad. Conclusiones
La naturalidad de los alimentos es una construcción altamente abstracta y difícil de cuantificar, pero que con frecuencia el consumidor relaciona con atributos positivos como la salubridad, la frescura, el procesamiento mínimo, etc.
Es importante darse cuenta de que la percepción que un consumidor tiene de un producto alimenticio no solo influye en su disposición para comprarlo, sino también en la experiencia sensorial de su consumo.
Las tendencias de consumo en alimentación se mueven en una clara dirección: productos más naturales (desde la perspectiva del consumidor) y con etiquetas limpias.
A la vista de los resultados de numerosos estudios, la naturalidad de los alimentos es importante para los consumidores de todos los países desarrollados y no hay razón para creer que su importancia vaya a disminuir en el futuro. Desatender esta demanda significaría, sin lugar a dudas, perder una oportunidad muy valiosa para cualquier empresa alimentaria. ¿Preparado para afrontar el reto? ¡En Global Alimentaria estamos a su disposición para ayudarle! También le puede interesar leer: 4 razones de peso para participar en Alimentaria Barcelona 2020 5 puntos de la publicidad alimentaria sobre los que reflexionar NOTA: Si le gustó este artículo, no olvide compartirlo en sus redes sociales. ¡Muchas gracias! |
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