La indulgencia es un concepto ambiguo que parece tener tantas interpretaciones como personas a quienes se pregunte. Sin embargo, el término se asocia principalmente a la idea de disfrutar de los placeres de la vida sin sentimiento de culpa y ha generado una nueva categoría de productos: los alimentos indulgentes. Comer y beber no es sólo una cuestión de hambre y sed. Existe un componente emocional que forma parte de la experiencia del consumidor: todos buscamos momentos que nos hagan sentir bien y la comida forma parte de esos momentos. ¿Quién no se da de vez en cuando algún capricho como gratificación por todos los esfuerzos que le impone la vida cotidiana? Las marcas de alimentos son conscientes de ello y buscan satisfacer esta demanda del consumidor apelando a sus sentidos y ofreciendo diferentes experiencias de consumo. ¿Quiere conocer cómo se posicionan en el mercado y todos los entresijos de los alimentos indulgentes? Siga leyendo... ¿Qué es la indulgencia?
Coloquialmente se entiende por "indulgencia" la facilidad, tendencia o disposición a disculpar o perdonar las faltas, errores o defectos.
En el ámbito de la alimentación, la indulgencia se refiere a todo aquel consumo de alimentos que queda fuera de lo que se consideraría "normal" en nuestros hábitos. Dicho de otro modo, son esas ocasiones en las que decidimos consentirnos un poco. El caso es que la forma en que comemos y las elecciones que hacemos de alimentos es muy personal. Las palabras "demasiado" o "normal", e incluso "saludable" y "poco saludable" tienen un significado distinto para cada individuo. De ahí que los alimentos que se califican como indulgentes también sean distintos para cada persona. Para algunos ser indulgente puede consistir simplemente en hacer un exceso en las cantidades de sus comidas habituales. Para otros puede ser ir a un restaurante de comida rápida una vez a la semana, tomar un aperitivo o vino antes de la comida, permitirse un postre dulce después de ir al gimnasio, etc. Sea como fuere, la indulgencia es una "necesidad" constante para los consumidores, algo casi inherente a la naturaleza humana. Las galletas, los helados, la comida rápida, las patatas fritas, los snacks de chocolate... Todos ellos son ejemplos de "caprichos" que pueden formar parte de la lista particular de alimentos indulgentes que cada persona tiene.
La comida no es una mera fuente de energía, también es una fuente de satisfacción emocional y deleite sensorial. En la alimentación los sentidos son fundamentales y mucho más el del gusto.
El sabor es, sin duda, la principal razón por la que los consumidores eligen los alimentos. Por eso, cuando calificamos un alimento como indulgente estamos destacando básicamente son dos cosas: el atributo del sabor y la experiencia de consumo que ofrece. Con el ritmo de vida actual, ¿quién no necesita un poco de indulgencia de vez en cuando? La necesidad de los consumidores de autocomplacerse ha permeado la cultura gastronómica (sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales) y es poco probable que disminuya a corto plazo. ¿Qué nos impulsa a consumir alimentos indulgentes?
La indulgencia en la alimentación es, en definitiva, una forma de satisfacer los antojos, celebrar ocasiones especiales, disfrutar de productos de primera calidad, experimentar la cultura gastronómica e incluso utilizar la comida como un símbolo de estatus social.
Básicamente hay 3 factores que favorecen el consumo de alimentos indulgentes en la actualidad. Son los siguientes:
La indulgencia premium
A menudo asociamos la indulgencia con la apetencia por el dulce. Sin embargo, el mercado de alimentos indulgentes actual abarca mucho más que los clásicos productos de categorías como la confitería, la bollería o la pastelería.
La tendencia de la indulgencia se ha ampliado, en línea con las demandas del consumidor, para abarcar la calidad premium y los alimentos gourmet de cualquier categoría. Por otro lado, la globalización ha hecho que los horizontes culinarios de los consumidores se hayan abierto y se haya despertado la curiosidad y el apetito por nuevos sabores, texturas y combinaciones de alimentos. La "indulgencia premium" implica dar un paso más allá en la calidad, ofrecer una experiencia de consumo exquisita, personalizada y capaz de satisfacer las papilas gustativas más refinadas y aventureras.
La experiencia nos muestra que incluso en periodos de incertidumbre económica los compradores todavía quieren darse un capricho y están dispuestos a pagar más por productos con valor agregado. De ahí que sea tan importante comprender qué atributos son capaces de generar la percepción premium en los compradores.
Según el Informe de Nielsen "Global Premiumization Report" la razón más comúnmente citada de que un producto sea percibido como premium es que tiene una calidad excepcional (54% de los encuestados) En otros estudios como el llevado a cabo por Ipsos Global Trends, la mayoría de los participantes declaró, por ejemplo, que comía menos chocolates y dulces pero que cuando lo hacía optaba por los de calidad más alta. (¿Quiere saber más sobre qué es la calidad alimentaria para el consumidor de hoy? Pinche aquí) El dilema de la salud
"Saludable" e "indulgente" parecen conceptos diametralmente opuestos. Así lo expresan frases populares como: "Todo lo bueno es pecado, engorda o te mata".
Encontrar un equilibrio entre comer sano y satisfacer nuestro deseo es un desafío al que todos nos enfrentamos frecuentemente. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez si valía la pena el atracón de calorías que estaba a punto de comerse?
Cuando se trata de comer, las personas somos un dechado de contradicciones. Queremos comer sano, sin embargo las cifras de obesidad y diabetes en la población parecen indicar que no lo llevamos a la práctica. ¿Qué hay detrás de este comportamiento paradójico? De acuerdo con la reciente encuesta de alimentos y bebidas el 63% de los encuestados dice que trata de comer de manera saludable. Sin embargo, el 85% admite que cede a más de la mitad de sus antojos por alimentos indulgentes.
Está claro que siempre hay espacio para los alimentos indulgentes (lo que explicaría el incremento de ventas de productos como los helados). La indulgencia forma parte de nuestra estilo de vida y nos lleva a un "tira y afloja" constante en busca del equilibrio entre comer sano y satisfacer nuestros antojos.
No obstante, el comprador es cada vez más responsable a la hora de escoger su alimentación y esto incluye también sus caprichos o antojos. Los consumidores no van a renunciar nunca al sabor pero es obvio que también buscan productos saludables y poco calóricos. ¿Se puede tener todo?
El mercado está experimentando una locura por la salud en este momento y las empresas lanzan constantemente alimentos y bebidas funcionales y con "etiqueta limpia"; justo lo opuesto a la clásica idea de alimentos indulgentes no aptos para gente con remordimientos.
El caso es que la comida ha evolucionado mucho a lo largo del tiempo y actualmente podemos encontrar productos que combinan (o al menos lo intentan) los conceptos de salud e indulgencia, algo que se ha venido a llamar "indulgencia saludable".
¿Cuáles son las estrategias de las que dispone la industria para conseguir alimentos deliciosos cuyo consumo no provoque sentimiento de culpa? Las explicamos a continuación:
Para la mayoría de los consumidores, el control de las porciones y la frecuencia de las indulgencias son las formas en que limitan el exceso. Además, en general, tienden a aceptar mejor los alimentos que aún siendo de alto valor calórico poseen algún beneficio para la salud.
Los fabricantes que innovan mediante la incorporación de ingredientes o métodos de producción que mejoran el perfil nutricional de sus productos consiguen posicionarse con más fuerza en el mercado. De hecho, los datos muestran que dentro de una misma categoría de producto aquellos con declaraciones de propiedades saludables superan el crecimiento medio del grupo.
El ejemplo del chocolate:
Si ha habido un ejemplo de "indulgencia saludable" en los últimos años, ese es el del chocolate. Cuando los investigadores comenzaron a descubrir el valor de los fitoquímicos antioxidantes presentes en el cacao como los flavonoides, la imagen del chocolate (concretamente la del chocolate negro con más del 70% de cacao) comenzó a cambiar. ¡El chocolate dejo de ser el malo para convertirse en un aliado! El alto contenido en cacao, los ingredientes de primera calidad, los diseños elegantes y las pequeñas porciones están atrayendo a los compradores en busca de una indulgencia que no haga descarrilar sus objetivos de salud. La "indulgencia saludable" y el marketing
Lograr una indulgencia saludable es un desafío tanto para el desarrollo del producto como para el marketing.
La indulgencia saludable puede ser una espada de doble filo. Si ponemos demasiado énfasis en la salud, los consumidores desconfían del sabor. Según una investigación publicada en JAMA Intern Medicine en 2017 los consumidores califican los alimentos que perciben como saludables como menos sabrosos. Por contra, si nos enfocamos sólo en el aspecto indulgente estamos desaprovechando elementos de diferenciación. Encontrar el equilibrio es una cuestión no exenta de complicación pero los mejores resultados se obtienen cuando nos centramos, no tanto en las características del producto, como en los aspectos intangibles capaces de incentivar el deseo.
El mercado actual está lleno de productos similares entre sí y si su producto llega al supermercado sin una estrategia de lanzamiento bien diseñada, será uno más entre tantos. Los lanzamientos exitosos no necesitan cantidades ingentes de dinero, pero sí requieren tiempo y esfuerzo para comunicar la singularidad y la innovación de su producto. Recuerde siempre que "LO QUE NO SE COMUNICA, NO EXISTE".
¿Quiere posicionar en el mercado un alimento indulgente? En Global Alimentaria analizamos constantemente las tendencias de consumo en alimentación, por eso podemos ayudarle a crear en enfoque perfecto para su producto. Infórmese sin compromiso. También puede interesarle leer: Productos de conveniencia pero saludables: una tendencia imparable El packaging alimentario: ideas básicas para no fallar NOTA: Si le gustó este artículo no olvide compartirlo en redes sociales para que pueda llegar a más personas. ¡Mil gracias! |
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